Hoy estamos de inauguración y para empezar, traigo dos de las mejores joyitas que han surgido en partidas que yo mismo mastericé, una de Cthulhu y otra de Changelling. Echaos unas risas y si os sentís identificados/aludidos, comentad vuestra propia versión de la historia jajaajaja! Ahí van!!
El rodillo de amasar asesino (La llamada de Cthulhu)
La partida discurría del siguiente modo: los personajes, en este caso dos, habían sido secuestrados por los secuaces del sectario de turno y encerrados en los sótanos de su mansión. Después de escaparse y abastecerse apropiadamente en la cocina (chorizos, bombas de pimienta, rodillo de amasar, saco de patatas… juro que no bromeo, dedicaron al menos media hora eso, parecía una especie de Equipo A…), suben al último piso para encontrarse a dicho sectario (que además era un abad) haciendo un ritual chungo mientras sacrifica a otro tipo y de paso recuperar el objeto que habían ido a buscar.
La jugadora en cuestión, ponderando las posibilidades, (parapsicóloga en teoría) decide iniciar la batalla final con un lanzamiento del rodillo de amasar, el cuál se convierte en un crítico que impacta en la frente del sectario, lo deja inconsciente y no le mata a falta de un punto de vida. Por si no había sido suficientemente bestia, ante las peticiones de su compañero (curiosamente, esquizofrénico) de no matarle para sonsacarle información, decide sacar la pistola y rematarlo con un tiro a bocajarro. Concluyó diciendo que se había quedado muy a gusto, que el cura no paraba de tocarle los cojones… Imaginaos mi cara… jajajaja!
¿Dragón? Mmm!! ¡Qué hambre! (Changelling)
Nos encontrábamos en una torre ya que el sluagh que la regía había secuestrado a la hija del líder del feudo de los jugadores. El grupo estaba compuesto por una sidhe bastante mandona, una sluagh que hablaba MUY rápido sobre escaleras y puertas que se abrían y cerraban, un redcap con mucha hambre (como se verá en breve) y un pervertido y orgiástico sátiro. Por supuesto, el jefazo se encontraba en el último piso y después de pasar por diversas pruebas finalmente llegan a él, pero éste se guardaba un as en la manga: tiene bajo su control una quimera bastante particular, un dragón gigantesco que les bloquea el paso hasta su enemigo.
Sin pensárselo, el redcap decide atacar con su mordisco, como sabéis un ataque especial que hace mucho más daño y es más sencillo de llevar a cabo. Pues bien, únicamente necesitó de DOS mordiscos para zamparse al dragón a su agujero negro interno!!! El master (o sea, yo), mandíbula desencajada, flipando por haber perdido el monstruo final de la partida de dos malditos mordiscos… Curiosamente, resultó mucho más difícil derrotar al jefe sluagh precisamente porque a ese no querían matarlo, sino sólo dejarlo inconsciente… ¿Qué os parece?
Nada más por hoy, pero prometo que volveré con nuevas y desternillantes situaciones sin pies ni cabeza de nuestras partidas de rol y además muchas otras cosas! Más grandes momentos la próxima vez! Hasta pronto!!!
3 comentarios:
No conozco las reglas de combate de Changeling, pero sí las de Vampiro...
Para morder a un enemigo primero no tienes que conseguir realizarle una presa?...
No es el caso de los Redcaps de Changeling, las reglas de vampiro no se pueden aplicar a todo mundo de tinieblas ^^
Merde¡¡¡ Me lo veia venir... que sepas Master que lo del rodillo de amasar no fue más que un brillante ejemplo de pensamiento divergente y utilización del medio y sus recursos... y que el p--o abad se lo merecía... Más fuerte habría sido cargarselo con los lunchacos de chorizo o las boleadoras de patata.
PD: El tiro fue por compasión, estaba asufriendo el pobrecito... y por que el p--o abad se lo merecia... mira que toco los co---es el des------do hijo de ----... etc...
PD2: En serio, fue por compasión... ejem... podía haberle pegado un tiro al Master y no lo hice.(Bien por mi¡¡¡)
PD3: Besitos...
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